atrás Pablo Guerrero  
- Alas, alas

 
 

Ya viene la galvana
por aquel cerro
venga o no venga
yo ya la tengo.

Ventanas a la calle
son peligrosas
pa los padres que tienen
niñas hermosas.

La mujer que al marido
le dice chacho
con cuchara de cuernos
le da gazpacho.

Por la sierra de Lares
vienen bajando
veinticuatro mil frailes
tras un pan blanco.

El ermitaño un buen día
por beber agua enfermó
y la Virgen le decía
bebe vino y agua no.

!Mula!

[Trilla]
arriba

Era un bar solitario en las calles del centro
Ella miraba el humo de un té con hierbabuena
Yo quería vivir lo que había en sus ojos:
vuelos de un ave nómada o de un barco de vela.

Tengo un mundo sagrado, sonriendo me dijo
reino de las palabras de un lenguaje olvidado
donde la tarde bebe el zumo de las moras
y el silencio se limpia cuando cantan los pájaros.

Mundo real
Ella era dueña de un reino
Mundo real
Ella era dueña de un reino
mágico y real.

Tengo un reino sagrado para darte, decía,
como doy el rumor sencillo de los astros.
No te preocupes de nada más, la alegría
es lo que más merecemos y más necesitamos.

Luego me dijo adiós y se fue y esa tarde
no caían gotas de tristeza en los cristales,
sino estrellas diminutas y cohetes alegres
sobre los paraguas de la gente asombrada.

Mundo real
Ella era dueña de un reino
Mundo real
Ella era dueña de un reino
mágico y real.

[Dueña de un reino]
arriba

Allí vive un hombre y una mujer.
Ella le dice No Quiero que te Vayas.
Sortijas de oro en sus dedos.
El le dice No Quiero que te Vayas
Sortijas de oro la luz de la ventana.

Allí vive un hombre y una mujer.
Ella le dice Casi Siempre te Quiero,
Se abre cerca la luz de la ventana
El le dice Casi Siempre te Quiero
La ventana ilumina sus palabras.

El mar no está debajo del asfalto.
Está en el corazón de los enamorados.

Allí vive un hombre y una mujer.
Ella le dice Todo Eso Casi Nunca.
Abre la luz del aire la ventana
El le dice Todo Eso Casi Nunca
La luz del aire en la casa habitada.

Allí vive un hombre y una mujer.
Ella le dice Todo Eso Casi Siempre
Un vaso lleno de luz en la ventana
El le dice Todo Eso Casi Siempre
Y se llenan de luz como el vaso de agua.

El mar no está debajo del asfalto.
Está en el corazón de los enamorados.
El mar, el mar, el mar.
Que tendrá el mar.

[En la casa habitada]
arriba

Quiero ofrecerte un presente
ahora que el olor del azahar
llena de quietud y de armonía
el corazón y los naranjos.

Ven a mi gruta
Aquí no hay sombras
de lobos proyectadas
sobre rocas oscuras.

Déjame que acompase
nuestras respiraciones
y que discurra el tiempo
como agua en los dedos.

Porque amarnos será
nuestra contribución a la dicha
de un mundo atribulado.

[Trabajo de amantes]
arriba

Me despojo de todos mis disfraces,
oigo voces en las grutas marinas,
sé tu nombre porque siempre lo supe,
hago magia con las nubes amigas.

Mi soledad se esfuma. Abrazo a un árbol
y las ramas me dan su bienvenida.
Náufrago en el misterio de las cosas,
tiemblo en la libertad de las caricias.

Y el viejo corazón
aprende a tolerar la dulzura
cuando Orfeo canta su canción.

Me asomo al resplandor de algunos ojos.
el dolor de estar lejos dulcificas,
me siento limpio como el día nuevo,
más que nunca soy tuyo y tú eres mía.

Y el viejo corazón
aprende a tolerar la dulzura
cuando Orfeo canta su canción.

[Cuando Orfeo canta su canción]
arriba

Cuando soy un taxista
siempre el mar está cerca.
Cuando soy un pianista
acaricio las notas de tu corazón.
Cuando soy un pintor,
pinto tu alma de almendros.
Cuando soy cocinero
sabe tu boca a cabellos de ángel.

Y cuando soy yo mismo,
te regalo las llaves de mi laberinto.

Cuando soy un obispo,
son tus besos catedrales.
Cuando soy un ladrón,
robo todas tus penas.
Cuando soy un piloto
te veo en cada nube.
Cuando soy un mendigo
brillo de codicia al verte.

Y cuando soy yo mismo,
te regalo las llaves de mi laberinto.

Cuando soy un albañil,
te construyo un palafito.
Cuando soy un profesor
apruebo tu conducta.
Cuando soy un marinero
te regalo los vientos.
Y cuando soy un juez
te declaro inocente.

Y cuando soy yo mismo,
te regalo las llaves de mi laberinto.

[Laberinto]
arriba

Ella es como el agua,
se desliza entre los dedos.
Ella es como el agua,
escapa a un puño cerrado.

Arena en mis zapatos
sigo tus huellas en silencio
Arena en mis dos ojos
rompen mis sueños tranquilos
Carreteras estrechas,
nada me impide que estés a mi lado,
porque cierro los ojos
y veo paisajes y un mar transparente.

Juego con tu pelo,
la pesadumbre tiene el color de tus cejas.
Y te veo desnuda y limpia
cuando ahuyentas mis sombras.

Ella es de sonidos,
no dejes de hablarme en silencio,
porque tus palabras
perfuman la noche y abren mis sentidos.

Ella es como el aire
que abrió cuatro puertas cerradas
que yo pasé como un niño
perdido que encuentra a su madre.

Carreteras estrechas,
nada me impide que estés a mi lado
porque cierro los ojos
y veo paisajes y un mar transparentes.

Juego con tu pelo,
la pesadumbre tiene el color de tus cejas.
Y te veo desnuda y limpia
cuando ahuyentas mis sombras.

Ella es como el agua.
Ella es de sonido.
Ella es como el agua.
Ella es como el aire.

[Ella es como el agua]
arriba

Una lluvia de almendras,
dos trenzas diminutas,
tres parapentes blancos,
cuatro cestas de frutas.

Cinco copas de hierro,
seis recuerdos heridos,
siete caminos largos,
ocho lirios partidos.

Nueve mareas altas,
diez sorbos de cerveza,
once alquimistas ciegos,
doce encinas que rezan.

Un día nos regala
como yo a tí te regalo ahora
alas, alas.

Trece viernes de dicha,
catorce desconocidos,
quince perfumes limpios,
dieciséis horas de olvido.

Diecisiete reyes de oro,
dieciocho decisiones,
diecinueve caballeros,
con veinte preocupaciones.

Veintiuna albercas de agua
con veintidós pensamientos,
veintitrés pasos perdidos,
veinticuatro sentimientos.

Un día nos regala
como yo a ti te regalo ahora
alas, alas.

[Alas, alas]
arriba

Me invade la intuición de la mañana
y el temblor de una hoja en una esquina,
Peces azules nadan y me asombran,
saludo a una gotera en la cocina.

El periódico mancha mi día de tristeza.
Tu recuerdo libera mi ternura.
Invento que es verano y que te tengo,
porque leo un poema llueve en tu cintura.

Y como el mar
me regalas sal y yodo.
Tu nombre está
escrito en mí de algún modo,
Y así te tengo en todo,
(o en casi todo)

Me lleva a ti la luz de un sentimiento,
la nube densa de mi té con menta,
el sonido secreto de tu nombre,
la espuma blanca de mi única cerveza.

Y como el mar
me regalas sal y yodo.
Tu nombre está
escrito en mí de algún modo,
Y así te tengo en todo,
(o en casi todo)

[Te tengo en todo (o en casi todo)]
arriba

Maquillan sus mentiras de palabras hermosas,
aceptan doctrinas para saber qué pensar,
construyen laberintos y ocultan la salida,
creen que los líderes les traerán la libertad.

Matan por ideas como Tú Eres Distinto,
necesitan el agua y envenenan el mar,
tienen sed en el siglo de la Coca-Cola,
pagan luz eléctrica y andan en la oscuridad.

Pero cuando se aman,
cuando se encuentran.
pero cuando se sienten,
cuando se inventan,
los dioses suelen visitar a los humanos.

Buscan petróleo y lo convierten en humo,
viven en la tierra y sueñan con volar,
no son creyentes pero dicen te adoro,
viven juntos y padecen de soledad.

Pero cuando se aman,
cuando se encuentran,
pero cuando se sienten,
cuando se inventan,
los dioses suelen visitar a los humanos.

[Humanos]
arriba

Aquí los girasoles no conocen la niebla,
aquí los árboles te dan sombras y calma,
aquí el mar sabe lo que hemos olvidado,
aquí el viajero puede quedarse cuanto quiera.

Aquí los sabios son los que gobiernan,
aquí amamos el orden del azar de la vida,
aquí un sueño tiene tu mismo nombre,
aquí el viajero puede quedarse cuanto quiera.

Desde todos los siglos
llegan las caravanas a la ciudad del nómada.

Aquí la muerte dice nunca, nunca,
aquí los ángeles consuelan a los tristes,
aquí en los campos crecen amapolas,
aquí el viajero puede quedarse cuanto quiera.

Aquí son bienvenidos los desesperados,
Aquí es nuevo el sabor del pan y el vino,
Aquí son espontáneos el trabajo y el día,
Aquí el viajero puede quedarse cuanto quiera.

Desde todos los siglos
llegan las caravanas a la ciudad del nómada.

[La ciudad del nómada]
BMG Ariola 1994

Trilla
Dueña de un reino
En la casa habitada
Trabajo de amantes
Cuando Orfeo canta su canción
Laberinto
Ella es como el agua
Alas, alas
Te tengo en todo (o en casi todo)
Humanos
La ciudad del nómada